Pues si ha sido beneficioso, para que negarlo, el cambio trascendental que ha ocurrido en este mundo ha sido directa e indirectamente bueno para todos. Pero también perjudicial para muchos, el avance tecnológico ha desatado la contaminación a gran escala, y aunque hayan intentos de manifestar lo contrario, ya el daño esta hecho.
¿Cuantos estarán de acuerdo conmigo en que así como se ha transformado la tecnología, así nos hemos hecho dependientes de ella? Ahora nadie puede hacer nada sin una máquina, somos impotentes, inútiles, cuando antes todo se hacia gracias a nuestro razonamiento. La pereza y la lentitud nos ha alcanzado, ya no tenemos la necesidad de pensar porque todo nos lo hace cualquier máquina.
Como afirma Ortega en su Meditación sobre la técnica, "la técnica es un inmenso aparato ortopédico que necesitamos para andar por el mundo. Es nuestro mecanismo de avance evolutivo, la victoria de la evolución humana, que no se produce como adaptación de la naturaleza del hombre a su entorno, sino transformando el mundo a través de la técnica.”
Esta bien el aprendizaje que tengamos con respecto al mundo electrónico, pero lastimosamente cada vez es más exigente, y no tenemos el chance de experimentar de otras maneras todo aquello que hacemos con las máquinas.
“Sin embargo, si consideramos los términos de dicha victoria en el nivel de las biografías particulares de los ciudadanos de las últimas décadas, cabe preguntarse si la victoria de la tecnología es tan clara y definida. Es cierto que la vida actual, al menos para una parte significativa de la población en los países desarrollados, está plagada de una serie de comodidades por las que el ser humano ha venido luchando durante miles de años. Sin embargo, cabría preguntarse si somos más dueños de nuestra propia existencia de lo que lo eran los hombre de otras épocas, o los ciudadanos de sociedades menos privilegiadas por la gracia del progreso.”
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